Hablaremos en este artículo brevemente de la historia del barrio de Santa Cruz. La ruta por este barrio es uno de los varios Free Tours en Sevilla que tenemos disponibles. El barrio de Santa Cruz es, sin duda, uno de los más importantes y populares de Sevilla. Fue levantado en época musulmán, por lo que cuenta con una gran cantidad de vegetación y fuentes con agua, elementos característicos de la cultura islámica y la arquitectura mudéjar. La Judería de la ciudad tiene su origen propiamente en el siglo XIII, tras la conquista de esta por Fernando III el Santo. El rey reunió aquí a los judíos de la ciudad, lo que dio lugar a la segunda judería más grande de España, tras la de Toledo. Sin embargo, los judíos llegaron mucho tiempo antes, se dice que tras la destrucción del primer templo de Jerusalén, en el 587 antes de Cristo. Lo que sí se conoce es que en el siglo cuarto después de Cristo ya existían diversas comunidades de judíos en España. En el siglo XII, la mayoría de los judíos fueron expulsados por parte de los almohades, por lo que optaron por refugiarse en las ciudades castellanas, volviendo a la ciudad tras la conquista cristiana de 1248, por parte de Fernando III.
La delimitación de la judería se explica por la cesión por parte del hijo de Fernando III, Alfonso X, de tres mezquitas musulmanas para la reconversión en sinagogas, que son: Santa María la Blanca, San Bartolomé, y la de Santa Cruz.
La judería se encontraba cerrada por muros. A pesar de lo que pudiera parecer, el hecho de concentrar a los judíos dentro de un barrio cerrado con muros no tenía carácter discriminador hacia ellos, sino más bien lo contrario, ya que los protegía del resto de la ciudad, debido a que estos judíos al controlar el comercio, formaban parte de la clase poderosa de la ciudad. Por este motivo, la judería estaba pegada muro con muro con el Alcázar. Resulta lógico pensar que, si se buscaba la discriminación, no se iba a ubicar el barrio pared con pared con el Palacio Real. Así pues, fue un barrio de gran esplendor con grandes casas palacio y gente muy adinerada.
Otra característica importante, probablemente la que más llama la atención, es su trazado. Este es totalmente laberíntico, no existe ningún tipo de orden, y las calles son muy estrechas. Esta característica cobra sentido si pensamos en las altas temperaturas que se alcanzan en Sevilla durante el verano. Al ser casas grandes y estar muy cerca entre ellas, se impedía que el sol diera directamente sobre el suelo, lo que refrescaba bastante las calles del barrio.
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